martes, 8 de enero de 2013

You will try to fix me.

Después de la tormenta llega la calma. O eso suele decirse. Cuando se llega al fondo solo queda volver a elevarse, con más fuerza. Tras el llanto, el pañuelo. Tras la tristeza, la esperanza. El perdón sabe dulce, cuando es sincero. Un abrazo sin sonido dice mucho más con un simple latido. Un beso, un "lo siento", un "te quiero", tal vez un "no me dejes sola". Vuelta al silencio, tras saber que todo vuelve a tener sentido. Las cosas se ordenan en la mente, el corazón ya no duele. La sonrisa vuelve a brotar, el dolor escapa de dentro. Lo quieres encerrar, no quieres volverlo a sentir. Ahora todo está bien, todo vuelve a ser como era. Él, feliz. Vos, más. Le echabas de menos. La noche más solitaria parece ya olvidada. Un mal sueño. Otro obstáculo superado. Otro bache esquivado. Enlazas tu mano con la suya. Es cálida, como un pequeño hogar. Te sientes especial a su lado. Lo amas, y punto. No quieres saber ni de problemas, ni de dolor. Está prohibido. Puedes decir, que te sientes feliz.

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